Decepción. La pretemporada 2011 y la planificación de los meses que se nos vienen contagian cierta desilusión entre algunos madridistas. Si es un hecho -lastimoso, desde luego- que el universo fútbol solo tiene dos protagonistas con aspiraciones reales, la comparación de las estrategias de compraventa de Madrid y Barcelona durante los meses de verano nos deja lo que parece una cruda realidad, al menos a priori: las distancias en cuanto al arsenal deportivo de unos y otros han aumentado a favor de los culés.
Ciertamente a cada una de las plantillas les quedaba margen de mejora, aunque de una naturaleza distinta en cada caso. Al Barça, que había logrado una máquina de funcionamiento pluscuamperfecto por estilo y eficacia, le faltaba aumentar el fondo de armario. Los largos minutos acumulados por varios de sus jugadores de más peso suponían el riesgo de que la temporada se hiciera larga, casi eterna. Los límites para la distribución de minutos eran sin duda estrechos, sobre todo en la zona alrededor de la cual gravitan todas las virtudes del conjunto: el centro del campo. Pues bien, la renovación de Thiago Alcántara y el regreso de Cesc solucionan cualquier dificultad y completan el que quizás sea la mejor línea medular de la historia. Duele escribirlo, pero ellos dos más Busquets, Iniesta y Xavi componen un quinteto de una calidad sublime, capaz de adueñarse de la pelota de aquí al próximo mes de mayo. De hecho, solo la resaca de la borrachera que puede generar la suma de tantísimo talento puede pasarle factura, especialmente si el virus del mal rollo entra en ese vestuario para iniciar una era insospechada de declive. Así han caído, generalmente, los imperios. Pero da la impresión de que Thiago es el único con un carácter disolutorio.
Los aficionados culés tienen poderosas razones para ilusionarse con la renovación de Thiago y la adquisición de Cesc, a la que hay que añadir también la de Alexis Sánchez. Mientras, en el otro lado, los fieles blancos leemos la siguiente nómina de novedades: Sahin, Callejón, Altintop, Varane y Coentrao. El Madrid apuesta por compensar alguna carencia, especialmente en la banda izquierda y en la posición de mediocentro. Pero en esta segunda los planificadores blancos se han quedado cortos. Muy cortos. Justo donde el Barcelona cimienta su superioridad los de Chamartín andan justitos de nombres y de talento. Puede que Sahin -sinceramente, lo ignoramos- tenga un excelente nivel, pero entre él y Xabi Alonso no suman lo mucho que hace falta para encarar el asalto a un Barça estratosférico en la comarca decisiva del fútbol moderno.
Si al final el éxito se lo disputan en un duelo al sol, tal y como sucedió el curso pasado y podría ocurrir en el que ahora arranca, cuesta poco adivinar el escenario más probable: un rondo a toda cancha de las camisetas azulgranas y una persecución incesante detrás del balón por parte de las blancas. A muchos no nos estimula nada esa hipótesis. El Madrid precisaba más dinamita en el centro del campo y bien la podía haber adquirido por carreteras secundarias que parece no querer frecuentar, empeñado en atletas cortitos de calidad como Callejón y Altintop.
Uno de ellos, por dar una idea, se llama Bruno Soriano y tiene un perfil que abriría nuevas oportunidades al juego merengue. Riguroso tácticamente y con suficiente presencia física como para abarcar una zona amplia del campo, posee talento sobrado para sacar el balón jugado desde atrás con un solo pase, generalmente vertical, lo cual le iría de maravilla al tipo de juego ofensivo que quiere Mourinho, con pronta superioridad en el avance y una rápida circulación de balón. Xabi Alonso podría sumar empaque y circulación en una zona más adelantada de la que suele ocupar y la medular sería una región mucho más densa y sólida.
Puede, sin embargo, que el mejor fichaje del Madrid para la 2011-2012 sea la continuidad del entrenador. Era la única opción no explorada desde hace siglos y queda por adivinar el margen de mejora que le aguarda al equipo en la segunda temporada consecutiva de Mourinho, estadísticamente la más exitosa. Puede que ése sea el verdadero enganche para la ilusión que nos quede a algunos fieles a los que nos da mucho por pensar y que, cuando lo hacemos, perdemos muchos gramos de entusiasmo. Porque cualquier análisis racional de las compras y las ventas -ahí siguen Gago, Lass y algún otro- nos lleva a la gris conclusión de que las distancias han aumentado.
Me parece que estas un poco negativo ;)
ResponderEliminarYo no creo que las distancias han aumentado. Coentrao no me parece mal, tampoco Varane ni Sahin. Me alucina Altintop (aunque fuera gratis) y un poquito tambien Callejon. Pero creo que 11 contra 11 el RM le puede plantar cara al FCB.
Esperemos y veremos que pasa. Hasta pronto
Nada me gustaría más que equivocarme. La cuestión es que creo que el Madrid tiene toda la pinta de pasarse los clásicos persiguiendo la pelota. Y no me gusta.
ResponderEliminarDe todos modos, ojalá tenga que darte la razón.
Gracias por tu comentario.
Juegan de maneras totalmente distintas, si eres del pensamiento único de que hay que tocarla hasta el infinito y que la posesión es sinónimo de victoria pues evidentemente las diferencias no habran aumentado, estarán exactamente igual que el año pasado. Si por el contrario te gusta más el juego directo y la pegada, con un fondo de armario espectacular para afrontar una carrera larga de partidos, yo creo que las distancias son menores. De todos modos abrá que ver si el Alexis les sale bueno, sino lo único novedoso de este año va a ser el overbooking en el medio campo culé.
ResponderEliminarhabrá...
ResponderEliminarHasta la fecha, Sahin y Coentrao han demostrado bastante más que el hijo de Mazinho (sobre todo Sahin: Mejor jugador de la Bundesliga el año pasado).
ResponderEliminarMe gusta más que se fiche así (compensando) que fichando jugadores de relumbrón (como Kaká...)
Menos pesimismo
Hola, cómo le va? Le escribe Ezequiel Boetti, periodista de la revista cultural Ñ y el diario Página/12 de Buenos Aires, Argentina. Me contacto con usted ya que actualmente estoy elaborando una nota sobre el cine y los diez años del 11-S y he leído que usted ha escrito un libro sobre el tema, por lo que me interesaría entrevistarlo para mi artículo. Desde ya muchas gracias. Un cordial saludo, Ezequiel Boetti. ezequielboetti@gmail.com
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