La falta de responsabilidad suele pagarse. Así sucede en la vida y así ocurre en el deporte. Decidió el Madrid, con la iniciativa de su entrenador y el incomprensible seguidismo de sus ejecutivos, dar máxima publicidad al asunto del fichaje de un delantero centro en el mercado invernal. Retransmitido al instante por una prensa machacona, y con la cooperación necesaria de quienes deberían hacer negocios desde la máxima discreción, el episodio de Van Nistelrooy se ha apropiado tanto de los órganos vitales del madridismo que los ha paralizado. Y, al parecer, jugaba el equipo en Almería. Contra el colista. Pues bien, ese animoso y limitadísimo equipo le restó al Mou Team dos puntos al lograr un empate que suena escandaloso. El accidente tiene sin duda apariencia catastrófica, sobre todo cuando se acompaña de una imagen vulgar y de la altanera fiabilidad del máximo competidor, empeñado en demostrar que la Liga, en realidad, es cosa de uno.
Cuando técnicos, directivos, periodistas y seguidores nos hallábamos disfrutando del paradigma de la sociedad del espectáculo que es el actual Real Madrid en su vertiente extradeportiva, los jugadores saltaron al estadio del Mediterráneo a echar el rato mientras ganaban un duelo asequible por pura inercia. Jugaron durante una hora con la cuarta velocidad metida sin percatarse de que, en realidad, estaban jugando con fuego. Esta plantilla no sabe ganar sobre el pilar de la calma sino sobre el del ritmo permanente y asfixiante. Ayer lo olvidó y agrupó hombres de talento que se anularon entre sí, especialmente durante el primer tiempo.
Los 45 minutos iniciales fueron un monumento al sopor y premiaron a los almerienses con el excitante combustible de la fe. Mourinho andaba a su asuntillo de las compras en rebajas y echó un poquito más de gasolina a las llamas dejando a Benzema en el banquillo por Kaká, quien ocupó la referencia en la vanguardia merengue. Si la "vanguardia" es en realidad la primera línea del ataque en una batalla el brasileño no fue -ni será- soldado para tan heroica misión. Continuamente buscaba el refugio en los tres cuartos y allí se molestaba con Özil y con Cristiano, acumulación que oxidaba las bandas, limitaba a Marcelo y ninguneaba a Di María. De forma sonrojante, los visitantes caían en un estilo gris y no creaban más que una ocasión de CR7 que sacó Alves con el pie y que, en el rechace, retrató todas las miserias técnicas del invisible Khedira, quien la pifió en un remate a placer.
A los locales les bastó en la reanudación con ser correosos y espartanos para disputarle los tres puntos al gigante que tenían enfrente. Estuvieron muy cerca de conquistarlos, pues en una intencionada salida al contragolpe Ulloa puso por delante a los rojiblancos con apenas veinte minutos por disputarse. Sólo entonces, y por pura desesperación, el Madrid metió una marcha más, aunque el coche empezó a embestir a arreones. En una aceleración que pilló desarropado al conjunto andaluz, Benzema tuvo en la frontal del área la sangre fría -a veces no viene mal- de aguantar la pelota y ponérsela a Granero, que fusiló el empate. Pero el marcador ya no se movería más.
No lo haría, entre otras cosas, porque algunos efectivos dieron evidentes muestras de ofuscación, de cansancio físico o de ambas debilidades. Tipos tan fiables como Xabi Alonso o Di María parecían sus clones defectuosos, casi inservibles, sobre todo en el pase. Y a ver quién se atreve a rotarlos, especialmente al guipuzcoano. A la impotencia general le oponía Cristiano un voluntarismo subido de tono, hasta el punto de que en el tiempo añadido estrelló contra el travesaño una falta directa que debía haber sido penalti de no ser porque Pérez Lasa tenía la noche sibilina y no quería movidas. Pudo ganar a los postres el Madrid, pero tentar al fuego es un factor causante de múltiples accidentes. Lo peor es que todavía disponen los responsables de esta gloriosa institución de quince días para seguir danzando alrededor de la hoguera del presentismo, del culebrón del fichaje y de la portada colorista. En este medio mes quizás, sólo quizás, deberían estar planificando en silencio lo que se viene, que estamos en un trecho de la temporada en la que los despistes se pagan.
Pues bien, de momento el farolillo rojo de la Liga pasó anoche una factura carísima.
Se nota que no puedes con Khedira, porque lo de remate a placer...
ResponderEliminarMe parece peor lo de Di María (un jugador que tiene la derecha para apoyar, cosa que se evidencia, y sonroja, hasta la desesperación cuando le sitúan por la izquierda: error de Mou, tenía que haber subido a Marcelo, porque jugar ahí con Di María es suicidarse. En la recta final, me refiero).
Por otro lado, aunque el equipo ha estado penoso, no es para tanto (tú mismo lo dices, hasta Alonso era una sombra). Creo que el Atleti nos ha pasado factura, cosa normal por otro lado: esperemos que el Barça acuse el cansancio algún día (la temporada es muy larga).
Kedhira tampoco es santo de mi devoción, quizás jugar con Xabi y Granero en el centro no sería tan mala opción, creo yo.
ResponderEliminarEl partido, opino casi lo mismo, aburrido hasta el final. Xabi era el único que parecía no dejarse llevar por la desesperación.
En fin, este Real Madrid parece más una agencia publicitaria del que todo el mundo está pendiente, quién sabe, a lo mejor esa es la verdadera diferencia ante el Barcelona (Buen partido el de los culés, por cierto)
En fin, a reponerse del golpe y a mirar al Atlético, que no queda otra.
Buenísimo comentario del partido, pero para mi existen ciertos matices que se deben limar:
ResponderEliminar1.-El arbitro se come por lo menos dos penaltis, la mano en la barrera y la falta a cristiano cuando penetra al final de la segunda parte en el area rival y el defensa se cae encima de sus piernas.El propio defensa a reconocido que podria haber sido penalti sin problemas.
2.-El tema del delantero es un error del de siempre, el señor Valdano no deberia estar jamás en el Real Madrid CF, ya que demuestra ser un incompetente, ya se dijo a principio de temporad que necisatamos otro 9, no se quiso fichar y ahora nos vemos con problemas.
3.-En cuanto a las alineaciones, Granero es un media punta o un volente, jamas un mediocentro.
Yo creo que jugando en casa se deberia jugar con 3 defensas y un medio con dos volantes como prodrian ser canales y granero. Sería un equipo muy ofensivo en casa y en las salidas ir con Xabi y Gago en la medular.En cuanto al partido deberia de haber quitado a Ozil por Canales y a Di Maria por Pedro Leon, ya que daban muestras de evite cansacion, pero se castigo a marcelo, que ademas de no aportar casi en ataque no defiende a ulloa en el gol.
Espero que mañana salgamos a por el partido.
Bienvenido, Adolfo, a este humilde blog. Y bienvenidos tus comentarios. Tu primera aportación me ha parecido excelente y la suscribo en buena parte.
ResponderEliminarTe esperamos por aquí.
Un saludo madridista.