Si la Copa es la competición del sobresalto por excelencia, ayer se vio un partido muy poco copero. Sólo el Calderón, que presentaba una puesta en escena cargada de una fe que se reveló inmotivada, le imprimió electricidad al partido de vuelta de los cuartos y, a la sazón, derbi capitalino. En realidad, el caricaturesco error del Atleti que dio pie al 3-1 de la ida había sido el punto final de la eliminatoria. La diferencia acumulada hace una semana le dio pie a Mourinho para plantear un encuentro inspirado en el oficio y muy profesional. Con CR7 de delantero centro y con Marcelo a la izquierda de la medular, sus hombres no pasaron el menor apuro. El billete a las semifinales lo adquirieron sin más peaje que la lesión de Khedira.
El trabajo resultó si cabe más desapasionado después de que Cristiano fusilara a De Gea dentro del área al toparse de cara con un balón raso que venía de Sergio Ramos. Ese gol tuvo unos efectos aún más paralizantes en su oponente, una escuadra que dio muestras de una vulgaridad preocupante. Tampoco es que el Madrid completara una portentosa obra de arte, pero es que no le hacía la menor falta. Dominaba el balón y sólo lo perdía en territorio irrelevante. Además, no dejaba una sola fisura entre el centro del campo y la defensa. Sólido como una roca, el equipo sólo invitó al nerviosismo de sus seguidores cuando Casillas, todavía con el empate a nada, se entretuvo con el balón en los pies y despejó contra el cuerpo de Reyes. Su rechace fue todo el peligro creado por los colchoneros en la primera parte, balance triste donde los haya.
Justo antes de descanso, ese portugués decidió cuestionar la naturaleza espartana del choque y obsequió a la concurrencia, física y televisiva, con un gesto torero y extraordinario. Desde dentro del área y de espaldas al marco, detuvo la pelota y la tocó secamente con el tacón para que viajara al pie izquierdo de Di María, quien en una preocupante línea ofuscada convirtió el origen artístico de la jugada en un barullo. Del calibre de la invención da buena cuenta el silencio del estadio, la parálisis del maldito láser que algunos imbéciles accionaron durante buena parte de la velada y el provisional cese de las ofensas que su autor recibe en casi todo instante. El gesto fue sublime.
Muy poco más se puede destacar del resto de la cita. A falta de emoción en el desenlace de la ronda, sobresalieron algunas entradas feas y muy mal interpretadas por un árbitro que, bajo la atenta mirada de Mourinho (becaria dixit), colocó el listón de las tarjetas a alturas bien distintas para los dos comparecientes. En lo puramente balompédico, la vida seguía igual en la segunda parte, por lo que los puntos de interés estaban en la tristeza que irradiaba Benzema desde el banquillo -no disputó un solo minuto- y en los quince minutos de un Kaká especialmente participativo, asistente de CR7 y de Marcelo en dos ataques que no ampliaron la diferencia gracias a la defensa rojiblanca y a un fuera de juego inexistente. El caso es que, una vez más, la pasión merengue se había concentrado en lo accesorio con el episodio del divorcio entre el Director General Deportivo y el líder del vestuario. Sobre el campo no la hubo porque, sobre el campo, actuó un frío liquidador ante una víctima sin carácter.
Michi te doi las gracias ppor la bienvenida que me das en el otro post, yo también espero tener tiempo y pasarme por aqui con frecuencia.
ResponderEliminarCentrandonos en el partido, la alineación del madrid no me parece ninguna locura si tenemos en cuenta que el Atleti tenia que salir a por el partido, pero como se vió el atleti nunca salio al campo.
Que sepas que eres de los unicos que en la cronica pone algo sobre las amarillas, pero quiero recordar en concreto que tras la amarilla de arbelo por pisar a Reyes(para mi de forma involuntaria) este recibe amarilla y en la siguiente jugada valera le pisa dos veces en la pierna en una clara agresión sin balon, y ni amarilla y al final del partido Kedi sufre un pisoton si balón y ni falta, ¡¡¡¡ALUCINANTE!!!!
Por último yo sigo viendo los mismos problemas de siempre con los malditos cambios, en la segunda parte no había partido y Mou deberia haber dado entrada a Canales y a Pedro Leon hacía los 15 min de partido, pero que se le va a hacer, no se puede tener todo en esta vida.
Un saludo y ¡¡HALA MADRID!!