Uno escucha el nombre del Olympique de Lyon y es como si una muela olvidada te recordara que existe. Sí, la temporada pasada el molar quedó anestesiado con la eliminatoria de octavos, pero el recuerdo de los dolores pretéritos permanece en ocasiones como un trauma. Para muchos éste es el caso. Pues bien, quizás un 4-0 sea ya más que suficiente como para ir zanjando las cuentas pendientes del pasado. Las diferencias hoy por hoy son enormes entre las dos plantillas y el Madrid lo dejó patente devolviéndole a su incómodo enemigo un serio correctivo. De paso, el primer puesto del grupo de la liguilla de la Champions empieza a antojarse incuestionable, así que el equipo técnico puede ir programando plácidamente los próximos meses de competición europea.
Antes de nada el espectáculo arrancó de partida con dos hechos sorprendentes si se tienen en cuenta las previsiones: el enrachadísimo Higuaín le cedió el puesto a Benzema, en un gesto que parecía una caricia simbólica de Mourinho al francés, mientras Kaká se tomaba un descanso tras la acumulación de minutos, algo que ni su más acérrimo seguidor hubiera creído hace un mes. Di María recibió el premio de su fulgurante actuación del sábado y ocupó la banda derecha. Así las cosas, el francés devolvió la confianza abriendo el marcador con el típico gol del delantero oportunista que aprovecha en saque de esquina lo que queda suelto en el segundo palo. Y el argentino tuvo una actuación discreta y desdibujada, especialmente por comparación por lo que pasaba en el otro lado del campo.
Allí, Marcelo se daba un festín. Generoso en el despliegue, el lateral zurdo se incorporaba una y otra vez y enredaba a la defensa gala, excesivamente aculada. Las embestidas del brasileño eran solo uno más de los síntomas que gobernaban el destino de un partido en el que el Madrid era tan compacto como largo su rival. Khedira, incansable en despliegues y repliegues, liberaba a un Xabi Alonso que se gustó a libre conveniencia con toda suerte de desplazamientos, algunos de ellos eternos. El resultado de todo fue un monopolio de la posesión y una sensación de dominio mucho más escandolosa que el número de oportunidades acumuladas, que tampoco fueron tantas.
Un par de disparos de CR7 sobre el lateral de las mallas y una pelota sacada con la punta de los dedos por Lloris fue lo más peligroso que generaron los de casa durante el primer tiempo. Mientras, el Lyon solo se acercaba a las inmediaciones de Casillas durante un titubeo de Pepe, que dejó a Gomis solo y frustrado por un mal control. De cualquier forma, los madridistas buscaban el vestuario con la sensación del deber sobradamente cumplido en el ejercicio de la presión, parcela poco vistosa del juego que los paladares exigentes también saben disfrutar en casos como éste. Sensación a la que había que sumar la frustración causada por un árbitro torpe que anuló un gol a Benzema y amonestó a Xabi por sacar una falta para la que no había pedido pasos en modo alguno en el origen del lance.
Preliminares. Todos esos acontecimientos no fueron más que preliminares. Nada más reanudarse el encuentro Khedira aprovechó la generosidad de Benzema y al 2-0 le sucedió pronto el 3-0 obra de Özil, tras una sucesión de rechaces. Al Olympique se le abrieron las costuras y el Madrid con espacios disfrutó de esa situación tan propicia a sus cualidades. Kaká entró por Özil y dejó más muestras de su evidente cambio de ritmo y de unas sensaciones magníficas. Higuaín relevó a Benzema aunque no tuvo tiempo para prolongar su idilio con el gol, mientras CR7 se afanaba sin éxito de todas las formas posibles. La mala suerte quiso, además, que cuando lo tuvo se cruzara en su camino Kaká y ejerciera la fatídica influencia que separa la legalidad del fuera de juego. Anécdotas, todas ellas, para un duelo sin más historia que el regreso de Mourinho a los banquillos europeos y la huida de unos fantasmas con acento francés que ya empiezan a quedar lejos.
Buenas noches Michi (ya esta aquí el palizas de bigfoot).
ResponderEliminarBuena crónica y fantástico partido completado por todos y cada una de los jugadores, yo creo que no desentono ninguno, hasta Ramos se salio, y Marcelo, y Khedira y... bueno todos, a sido un partido que me ha llenado de ilusión de nuevo tras el bajón de la liga al pinchar esos 2 dichosos partidos. Estoy contento si señor.
Un abrazo.
De "palizas" nada. Ojalá todos los lectores del blog fueran tan activos. Coincido con tu juicio, especialmente con lo de Khedira y Ramos, que nunca han sido precisamente mis jugadores predilectos. El primero hizo un despliegue ejemplar y parece que está creciendo como futbolista. El segundo sigue demostrando que es mucho más central que lateral derecho. Ahora toca administrar esfuerzos, que esto es muy largo.
ResponderEliminarY muchas gracias por tus comentarios, una vez más.
Hola,
ResponderEliminarme gustaría intercambiar nuestros enlaces.
La dirección de mi blog es: http://mundodelfutbol.wordpress.com
Saludos,
Mario Montero.