Dependía el Madrid de sí mismo para ser primero en la liguilla de Champions y, debido a sus deméritos, perdió esa ventaja en la visita de un Borussia que ahora mismo es, sin duda, el mejor de los cuatro del "grupo de la muerte". Cierto es que los noventa minutos del Bernabéu se repartieron entre unos y otros, con el campéon germano haciendo un alarde de solidez futbolera que, muchos minutos después, dejó paso al carácter merengue de siempre. Porque los hombres dirigidos por Mourinho solo tuvieron eso, carácter. Fútbol tuvieron más bien poco.
Los 45 minutos iniciales fueron propios de un automóvil al que le fallan casi todas las piezas, que anda, pero mal, a tirones. Las claves fueron varias, además de la sabida plaga de lesionados. La pareja de centrales formada por Pepe y Varane no funciona y sufrió de forma constante. Ramos de lateral derecho baja su rendimiento lo que todo el mundo sabe. Y Arbeloa en el izquierdo es un parche. Si a eso se le suma la fragilidad de la dupla Modric-Alonso, el sufrimiento está servido cuando tienes delante a un equipo con la entereza del Borussia.
Los alemanes superaron netamente a los de casa, sobre todo táctica y físicamente. Exigieron a Casillas en todas las formas imaginables y siempre mandaron en el duelo cuando no iban por delante en el marcador. La ventaja la puso Reus con una contra rapidísima que pilló a trasmano a toda la retaguardia, especialmente a Arbeloa. Su remate seco al primer palo lo rozó Iker, que no evitó lo que ya se antojaba inevitable. El empate posterior en un testarazo de Pepe fue, de hecho, un espejismo. Volvió a tomar la iniciativa el Dortmund y, justo antes del refrigerio, anotó Götze, un jugadorazo, el 1-2, aunque la UEFA se lo cargó a Arbeloa en propia puerta. Un resultado justo dado lo visto hasta ese instante.
Solo la entrada en la segunda mitad de dos jugadores de refresco, uno obligado por la enésima lesión y otro por las enormes carencias en el centro del campo, mejoró la cara del Madrid, inyectado de pronto con una dosis de energía. Callejón suplió a Higuaín y burbujeó por la banda y entre líneas. Marcó un gol mal anulado por fuera de juego y estuvo a punto de forzar las tablas un par de veces y gracias a unos desmarques inteligentes. Sólo le faltó el remate.
El otro que entró fue Essien, que le dio más entidad a la medular. Las fuerzas se igualaron en esa parcela y, sobre todo, mejoraron de forma evidente las prestaciones de Xabi Alonso, un don nadie cuando tiene al lado a Modric. El plan improvisado trataba de rebajar la pérdida en la punta de una referencia, labor que tuvo que desempeñar un Cristiano Ronaldo que no atraviesa su mejor momento desde que viste de blanco.
De pronto hubo varios minutos en los que ocurría poca cosa. Solo faltaba el arreón heroico, que consistió esta vez en la entrada de Kaká por Arbeloa: defensa de tres, renuncia a los territorios intermedios y acumulación de media docena de atacantes móviles, ninguno un 9 puro. Con esos ingredientes llegó la oportunidad más clara de la noche, que Cristiano desaprovechó a tres metros del marco. Poco después Di María no alcanzó a remachar una pelota peinada previamente por el portugués. El empate no llegó ni cuando Callejón volvió a disparar para que un defensa sacara el esférico bajo los palos.
A esas alturas el Madrid merecía más por pura persistencia. Así que el golazo de Özil en un libre directo certificaba en números los méritos de unos y de otros. Desgraciadamente no dio tiempo a más y el agradable sabor que dejó la reducción de daños del último suspiro no oculta las realidades de un bloque que deja síntomas preocupantes en muchos conceptos básicos y que está un peldaño por debajo del Borussia a estas alturas de la película.
Y es que el Madrid no carbura.
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@michihuerta
Cronica de crack michi.Se a demostrao hoy que hacen falta dos laterales de nivel mundial,y dos mediocampistas que sepan mover y jugar el balon(y no tantos mediapuntas,ozil,modric,kaka,di maria,callejon)
ResponderEliminarTambien se demuestra que otros jugadores pueden tirar las faltas(no siempre ronaldo,que de 200 que tira marca -1)ozil y xabi alonso las tiran muy bien.
Y cuando cristiano no esta bien(como en los ultimos partidos)no creo que pase nada porque descanse algun partido.
Para mí, el primer problema que tiene el RM es que su forma física es muy baja. La preparación física de esta temporada deja mucho que desear y un equipo box to box como el blanco lo nota mucho más. Hay jugadores que están lejos de su forma ideal, caso de CR7, Ramos o Essien (tocados estos dos últimos).
ResponderEliminar2) Lesiones. Hacía años que no veía tantas lesiones en el RM. Es una consecuencia de mi primera premisa.
3) Lectura de los partidos. Casi siempre me gustó Mourinho a la hora de plantearlos. Pero ayer le volvieron a comer la tostada. Modric, la gran apuesta para el centro del campo, es igual de mediapunta que Özil,
4) Jugadores fuera de su sitio. Si algo he aprendido en esto del fútbol, es que cada jugador tiene su sitio. Ramos cumple en el lateral, pero no se acerca al poder que tiene de central ni de cerca, Essien es calamitoso en el lateral izquierdo...
5) Cantera. También viene a colación con el apartado anterior. Le guste más a Mou un jugador u otro, el que es lateral derecho es lateral derecho. Y aunque venga de la cantera, estará más acostumbrado a dicho puesto que cualquier experimento. Se llame Carvajal (temporadón en Alemania), Casado, Nacho...
Un abrazo,
Sergio Villardón
¿Qué el Madrid no carbura, Michi? El Farsa tampoco carburó en Escocia y nadie dice nada. El segundo gol del Celtic fue como el de Cristiano en la Supercopa. El camino a seguir es ese: cerraditos detrás y balonazos buscando a Cristiano o Benzema. Si dejaran trabajar a Mou con tranquilidad, tendríamos ese estilo de juego defensivo y al contraataque que tanto le gusta a él y con el que consiguió dos champions. El juego mostrado por Celtic y Chelsea es el que le gusta a Mourinho y es el que nos debe gustar a los madridista de verdad. ¡Viva Mou, viva España y Hala Madrid SIEMPRE!
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