Butragueño pidió paciencia esta semana y el Bernabéu le concedió media hora. Ése ha sido el tiempo que el coliseo madridista ha tardado en silbar al equipo de Mou, una música de viento que se hizo mucho más intensa cuando el árbitro decretó el descanso. El espéctaculo había sido tan infumable que ni siquiera el inesperado regalo del Hércules en el Nou Camp sirvió de bálsamo para el parroquiano, individuo que en esto del fútbol tiende a ser muy cambiante. Tanto que, después de un segundo tiempo más entonado, despidió a los jugadores entre aplausos.
Lo cierto es que el partido ante el Osasuna deja más dudas que motivos para la ilusión. El Madrid ha jugado dos partidos contra equipos más bien mediocres y sólo ha marcado un gol. Como si el destino se empeñara en ser caprichoso, el único en 180 minutos lo tuvo que hacer Carvalho en una jugada que era el epílogo de un contragolpe. El equipo tiene raza y espíritu. También orden defensivo, pues no le marcan y apenas le llegan. Pero padece infinitos problemas con el balón en su poder.
En esas lides el Madrid se empantana. Ayer lo hizo durante cincuenta minutos con una alineación que parecía una respuesta de Mourinho a quienes le acusan de ser un entrenador defensivo. El once acumuló dimanita ofensiva con Ronaldo, Özil, Benzema e Higuain, un cuarteto que lejos de dar dinamismo creó un atasco cuyas raíces estaban unos metros por detrás. Allí, en el lugar donde se cuece el juego de ataque, Khedira no sumaba y le restaba a un Xabi Alonso casi invisible. Sin bandas, sólo los errores defensivos de un Osasuna timorato pero espartano le dejaron a Higuain una ocasión clara para abrir el marcador.
Con el viento a favor tras el contragolpe mortal que culminó el central Carvalho brilló algo más el talento madridista, especialmente un Özil que necesitó espacios libres para exhibir algo de lo mucho que se supone lleva dentro. Él abrió la llave de un caudal atacante que, sin embargo, también se estrelló contra un obstáculo inesperado: Higuaín empieza a enfadarse con el mundo y el mundo empieza a enfadarse con Cristiano Ronaldo. Ayer escuchó el portugués sus primeros pitos como madridista por ofuscarse e insistir en la jugada individual y en el lujo a destiempo. Los directivos tendrán que pedir más paciencia aunque sean ellos quienes alimentan las urgencias cada temporada. Y el Bernabéu las tiene porque, además, quiere ganar pero también llevarse a los ojos la versión opuesta a una máquina que no termina de arrancar.
Vaya, vikingo, parece que no estás muy de acuerdo con el penoso público que acude al Cuernabéu. Eso es un punto a tu favor.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en que Mou hizo una clara apuesta ofensiva, y en que Xavi Alonso estuvo atascado.
De todos modos, parece que este año el Madrid, aunque no haga los números de Pellegrini (lo tiene jodido), puede que tenga opciones al título si el Barsa vuelve a tener una pájara como la de la diada.
Un saludo del líder.
Buenos días, hermano y seguidores de este foro que Michi ha creado porque no puede hablar de sus penas futboleras con Elena ni (aún) con mi ahijada.
ResponderEliminarComo testigo presencial de los hechos ayer acaecidos en el Bernabeu, tengo poco que añadir a lo ya dicho.
Gustó Ozil.
Impaciencia con Ronaldo (¿demasiada para alguien que se machacó para poder jugar después de la lesión de Mallorca?) e Higuain (¿demasiada con alguien que se deja la piel en el campo?). E impaciencia en el primer tiempo, porque queríamos vernos por delante del Barça lo antes posible.
Hubo expectación con la entrada de Pedro León, que dejó buenos detalles.
Xabi Alonso, le vi muchas veces metido entre los centrales. Así es difícil que genere fútbol.
De Khedira no digo nada, porque ya lo dirá Michi todo.
Por último, a Ricardo le hicimos internacional. La cosa pudo acabar con 3 o 4 goles.
En resumen, equipo serio (sinónimo de aburrido en este caso) y al que todavía le falta mucho por llegar a ser lo que nos gustaría. El miércoles ante el Ajax, próximo capítulo de una temporada que sólo acaba de empezar. Ah, Michi, mejor ser optimista, y tener esperanzas, que pesimista y pasarlo mal innecesariamente. Ya habrá tiempo si las cosas se tuercen...
Saludos a todos. En mi opinión, sacar tanta "dinamita ofensiva" (Ronaldo, Özil, Benzema e Higuain) puede ser un error si no se ocupan bien los espacios. Además sorprende que jueguen juntos Higuaín y Benzema cuadno nunca lo ha ensayado antes. El pasado año se criticaba que no había bandas, se ficha a dos jugadores como Di Maria y Pedro León, y se les deja en el banquillo. ¿Tiene sentido desplazar a la banda derecha a Benzema? ¿Es lógico dejar a un jugador como Ronaldo en la banda izquierda cuando su tendencia es hacer diagonales buscando el disparo. ¿Qué tal si, en partidos como el de ayer, ponemos en banda a jugadores acostumbrados a ocupar esa posición y dejamos a Cristiano por detrás del delantero centro? Opiniones hay para todos los gustos, pero me parece que la apuesta que se ha hecho desde la directiva no es la que esperan la mayoríoa de los madridistas. Socio 11.100
ResponderEliminar¿Demasiada impaciencia con Ronaldo, padrino? Impaciencia directamente proporcional al poco respeto que tiene a los aficionados, a sus compañeros y a la alta estima que tiene de sí mismo.
ResponderEliminarY que alguien me diga que Benzemal no va a ser un segundo Anelka, que asiente la cabeza al irse del Madrid.
Natalia Ayala
Tengo plena confianza en este Madrid, en Mourinho y en que dentro unas semanas el juego nos va a parecer digno. Prefiero la solidez defensiva de este año que la pegada del anterior. Un Madrid que deje de ser una vérbena atrás como en los últimos añós será temible porque con la calidad que tiene arriba el gol lo va a marcar sí o sí.
ResponderEliminarYa tengo mis entraditas para el Madrid-Ajax del miércoles, a ver qué tal se nos da Europa.
Javi Hernández