Traductor-translate

English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

Widget ofrecido por www.ayudaparamiweb.com

miércoles, 13 de abril de 2011

Tottenham 0 Real Madrid 1. Entrenamiento europeo


Atención, noticia: habrá un Madrid-Barcelona en semifinales de la Champions. Hace tiempo que se sabía, sí, pero anoche el ambiente de gala de un estadio británico quedó contaminado por la grandeza del duelo que ya puede anunciarse con todas las de la ley. En un recinto coqueto que tiene el eufónico nombre de White Hart Lane Mourinho certificó el regreso del Real Madrid a la penúltima curva de la carrera más importante del continente. Un hecho francamente feliz si no fuera por el inquietante horizonte que hay que afrontar, con valentía y humildad, a partir del próximo sábado con la visita azulgrana y liguera al Bernabéu. 
Cualquier crónica de lo sucedido ayer pasa, paradójicamente, por el análisis del futuro inmediato. El partido de vuelta de unos cuartos de final de Champions League fue desde el comienzo un entrenamiento de gala. Es más, tras el gol de Cristiano Ronaldo que supuso la victoria de los madridistas, empezaron a escucharse altos y claros los gritos de Casillas cuando sacaba a los defensas de sus inmediaciones. La emoción estaba muerta desde hace ocho días y la emoción es más de la mitad de este deporte. Por eso puede decirse que no hubo mucho fútbol, precisamente, en el Tottenham-Real Madrid. 
Ni siquiera salieron los locales con una vehemencia muy británica. Sabedores de la superioridad técnica de sus rivales, los londinenses no salieron a morder a sus oponentes, cosa que sin embargo sí sugirieron los pupilos de Mou. Merodeó la pelota el área del inseguro Gomes, aunque tampoco sufrió un peligro muy notorio. Poco a poco el asunto se equilibró, sobre todo por la banda de un Bale que se fue apagando a medida que pasaban los minutos y que los defensas blancos le cogieron el puntito. Por lo demás, mucho penalti simulado por parte de los anfitriones del inocente evento -y uno algo más probable de Xabi Alonso- y un par de apariciones puntuales de Casillas. 
Poco más puede añadirse que tenga verdadero valor interpretativo. El Madrid jugó con cabeza y solo la tarjeta amarilla de Carvalho, que le impedirá jugar la ida de las semifinales, fue algo parecido a un lunar. El ejercicio sirvió para que algunos jugadores como CR7 o Benzema, que entró a falta de veinte minutos, acumularan algo más de ritmo competitivo tras sus lesiones. Suena raro, desde luego, eso de acumular ritmo en una ronda tan exigente pero el equipo se ganó ese derecho en la goleadora actuación de Chamartín. Anoche terminó el partido sobre el tapete inglés un once que incluía a Granero, a Kaká y a Özil, quienes seguramente no hayan jugado juntos ni en Valdebebas. A todo esto, se oían nítidos los gritos de Casillas, "¡fuera!", "¡fuera!". La falta de tensión lo explica todo... y tampoco viene mal si se tienen en cuenta los años de vida que uno puede perder durante los próximos veinte días dadas las tensiones que nos aguardan. Que no sea nada.

1 comentario:

  1. Sí, Michi, está claro que las emociones fuertes vienen ahora, como cuando miras hacia abajo de la pendiente en la montaña rusa y te das cuenta de que es demasiado tarde para salir corriendo. Creo que lo de ayer tiene un valor algo más que simbólico. Es realmente meritorio ganar en Inglaterra, algo que en mi memoria solo antecede el 2-3 en Manchester con aquel taconazo de Redondo. El equipo tiene una seguridad defensiva encomiable, es evidente. A pesar de que Crouch hizo mucho por allanar el camino, el Madrid, sin pretender bordar el fútbol, ha ofrecido buenas prestaciones, en general.
    ¿Y de los clásicos? No me espero gestas, desde luego. Creo que las probabilidades del Madrid irán decreciendo con el paso de los partidos y es que yo no sigo viendo un plan de juego claro con el balón, sobre todo en el ataque estático (y ya estamos en abril). Me sorprendería muy gratamente que el Madrid llegara con alguna probabilidad al tiempo añadido del partido del Camp Nou. Lo que sí creo es que esta condensación de partidos determinará en gran parte el futuro del entrenador -si no obtiene resultados, ¿qué queda?- y de algunos jugadores. Se me viene a la mente el nombre de Kaká. Que dios -o alguien- reparta suerte entre el Real y el Madrid. Un saludo a todos y a por ellos.

    ResponderEliminar

En contra de lo que ha sido norma durante más de un año de existencia del blog, a partir de ahora se moderarán los comentarios parte del autor. Siempre se respetará la libertad de expresión de todos los que se pasen por aquí, tengan los gustos deportivos, culturales o ideológicos que tengan pero siempre que se respeten escrupulosamente los de los demás y que los debates se mantengan con argumentos y no con alusiones personales.
Desde luego, cualquier sospecha de suplantación supondrá la no publicación del comentario.
Muchas gracias a todos por vuestra comprensión, especialmente a los que sois habituales.
Un saludo.