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domingo, 17 de octubre de 2010

Málaga 1 Real Madrid 4. Continuidad, esperanza y gran juego


A la espera todavía de ganaderías exigentes, el Madrid goleó al Málaga y engordó las expectativas que empiezan a rodearle. Por primera vez en la temporada ganó con solvencia lejos del Bernabéu y por primera vez en la temporada sumó dos partidos consecutivos con un juego de muy alto nivel. Ante un rival hiperexcitado y en otro estadio presionante, el Mou Team tuvo un punto menos de fiabilidad en defensa y varios por encima en ataque, faceta en la que se dio un festín de velocidad, precisión y hasta de varios pasajes de fantasía. Los cuatro goles, con Higuaín y Ronaldo marcando a pares, se quedan en un amago de anécdota ante el juego desplegado durante la mayor parte del choque. 
Media hora aguantó el corajudo once malacitano. Su marcador seguía a cero a la media hora gracias a la complicidad de los postes, que repelieron un tiro raso del Pipita y un misil de Kedhira, quien cuajó su mejor actuación hasta la fecha como madridista. CR7 decidió que ya era demasiado y puso una asistencia milimétrica a Higuaín, que volvió a su cita con el gol ante su castigado Málaga. Quizás fruto del puyazo, el cuadro andaluz se vino arriba e insistió en hacer daño por la banda de un Arbeloa tan despistado como desasistido. Pero al filo del descanso apareció Özil: robó un balón en campo contrario, lo cosió al pie, se lo enseñó a Welligton, le quebró con la mirada puesta en sus compañeros y se la entregó delicadamente a Ronaldo para que la empujara a la red. Golazo.
Lo del alemán es francamente espectacular. Tiene pinta de ser un tipo frágil y ausente. Y sólo 22 años. No habla español ni entiende el inglés. Acaba de aterrizar en la institución que más presión genera en cualquier deporte de competición en el mundo. Pues él como si tal. Se pasea por el césped con una elegancia superdotada, tocando, asistiendo, driblando. Los quince millones de su fichaje casi suenan sonrojantes dado el rendimiento inmediato y la proyección de futuro que tiene, inversamente proporcional a la de Kaká, que juega en el mismo puesto y regresará -si lo hace con la camiseta blanca- de aquí a unos meses.
Özil tuvo mucho que ver anoche con la sobresaliente imagen del Madrid aunque no fue el único. CR7 encaró, hizo paredes y participó en todos los lances decisivos. En la segunda parte marcó de penalti y se colocó en lo más alto de la tabla de goleadores de la Liga. Adiós, ansiedad. Por si fuera poco,  volvió a asistir a Higuaín, con quien a veces se asocia de una forma tan idónea como letal. Tanto gol y tanta ocasión provocó que el gesto de la honra del Málaga tras un saque de esquina mal defendido se quedara en un detalle sin importancia. Los merengues se acostaron líderes, quizás pensando en las ganaderías complicadas que aún le aguardan. El martes llega la primera a Chamartín. El Milan, maldita espina, en Champions. A ver entonces.

6 comentarios:

  1. Amigos, era el málaga. Y antes que el málaga, el pero equipo de primera: el Depor. Hablamos después del Milan, un grande de medio pelo, pero un grande.

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  2. Un grande de medio pelo? El líder de la liga italiana ahora resulta que es un equipo de mitad de tabla de liga española. Por favor, un poco de seriedad. Sin ir más lejos, el año pasado ganó la champios el Inter, campeón de la liga italiana, un grande de un cuarto de pelo, no?

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  3. El padrino madridista17 de octubre de 2010, 21:26

    Cuando mejor parece que va el equipo, menos comentarios en el blog. ¿No será que al fin y al cabo lo que nos gusta es polemizar y en los triunfos es más difícil?
    Por cierto, ayer no pude ver el partido, pero si nuestro blogger master le dedica un piropo a Khedira debía estar ayer en un estado de felicidad considerable.

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  4. Padrino, el sábado hubieras disfrutado, sí, señor... Natalia.

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  5. queridos míos, el milan es hoy por hoy un grande de medio pelo. Es decir: grande por historia, pero, como el madrid, últimamente un gatillazo. lleva seis años sin ganar la liga y lo mejor que se ha llevado a la boca en los últimos tres es el Trofeo Silvio Berlusconi. Tiene dos laterales que por distintas razones dan penita (Antonini y Zambrotta), dos medios que ya daban coces en los noventa (el intragable gatttuso y el apañado pero apocado Seedorf) y tres atacantes brillantes que solo se miran el tupé (Robinho, Ronaldinho barrigas y el filósofo Ibra). Ah, sí, y el gran bluf (no me refiero a Robinho, que también: hablo de Pato). Pues eso, el vigente campeón del trofeo silvio berlusconi es un equipo de medio pelo en esta Liga de Campeones. Pero nos dará mejor idea que el malaga o el deportivo.

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  6. Y por supuesto, el Inter no es un grande de medio pelo. Es un señor equipo: el vigente campeón, cosa de la que no pueden presumir ni el milan ni este madrid del Ser Superior (salvo que consideremos que el Trofeo Bernabéu y el Trofeo Silvio Berlusconi dan empaque, en cuyo caso vamos a asistir a un tremendo choque de trenes: dos equipos que no llegan a semis de Champions hace años, pero que se enfrentan en fase de grupos con los títulos Bernabéu y Berlusconi en juego). Si no lo queremos ver, pues no lo vemos: digamos pues que es la final anticipada o el partido del siglo y todos contentos.

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