Traductor-translate

English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

Widget ofrecido por www.ayudaparamiweb.com

jueves, 11 de noviembre de 2010

Real Madrid 5 Real Murcia 1. Muela empastada


El Madrid arrastra desde años un molestísimo dolor de muelas con forma de Copa del Rey y que el año pasado degeneró en una infección bucal de gravísimas secuelas. Por eso, el resultado y la actitud de anoche tienen un mérito extraño, pues golear a un Segunda B y entregarse apasionadamente a una profesión tan envidiable como la de futbolista se presupone como el valor al torero. Pero no. El Alcorcón y el Real Unión de Irún nos recuerdan que no siempre es así. Y el recuerdo es tan agrio que Mourinho se ha empeñado en dotar a la eliminatoria contra el Murcia de un aroma excepcional, que se concretó en un graderío casi lleno y entregado, una concentración férrea de sus hombres y un respeto al rival que veda cualquier concesión. La muela ha quedado empastada. 
Ahora falta por ver si el desaguisado copero del curso pasado se recupera con una dentadura completamente recompuesta y armónica con la consecución del título. Lo cierto es que va tocando y lo cierto es que, sin vender humo, este equipo tiene una ambición de dimensiones inabarcables. Así lo demostró desde el primer minuto ante un oponente inferior al que trató como si fuera el Bayern de Munich. El once blanco presionó al murciano hasta el límite del reglamento. En quince minutos las entradas más severas, aunque sin mala intención, las habían hecho los de casa y no los limitados visitantes. Y eso que el viento ya soplaba a favor gracias a un control de seda de Pedro León, muy participativo toda la noche, que sirvió para que Granero diseñara una venenosa rosca que terminó con la pelota en la escuadra. 
Con la autopista un poco más descongestionada no se bajó el pie del acelerador. El balón era propiedad casi exclusiva de un Madrid machacón y generoso en la recuperación, en los movimientos al espacio y en la circulación rápida del esférico. La especulación o la rutina estaba definitivamente prohibida. Sin entretenimientos innecesarios en un centro del campo ocupado sobre todo por Diarrá, se abrió el campo a lo ancho con León y un Benzema enchufado que generó vías libres, se ofreció continuamente y habilitó a varios compañeros. Tampoco es que el Murcia se viera absolutamente asediado durante la primera parte ya que se comportó con una entereza merecedora de aplauso. Pero el segundo gol marcado por Higuaín con interferencia ilegal de Sergio Ramos hizo justicia numérica a la impresión que la eliminatoria llevaba. 
Y si al espectáculo le faltaba alguna vibración la pusieron CR7 y, especialmente, Di María. El argentino, que disputó el último tercio,  entiende el juego como la búsqueda denodada de las redes contrarias y jamás ceja en su empeño. Su grado de intervención en los triunfos madridistas es altísimo y no debe pasar desapercibido. Ayer dio una excelente asistencia con el exterior de la bota a Ronaldo, un pase telegrafiado que acarició el pie de cuatro defensas antes de entregarse por completo al rematador portugués. Poco después se marchó por velocidad y provocó el penalti que materializó Benzema. Una vez más, y van varias, demostró que es la daga, fina y mortal, de un bloque que no se permite trámites administrativos. Es más, la primera expulsión de Mou llegó precisamente contra un Segunda B en un partido de Copa. El mensaje motivador es nítido y el empaste indoloro. Qué paz.

1 comentario:

  1. Aún con la entrega y la goleada de ayer, a mi me dejó un sabor agridulce todo esto.
    Fallamos clarisimas ocasiones y metimos algunos goles "dudosos". No me queda el mismo sabor de boca como contra el racing o el depor.
    Debimos dar descanso a los titulares; nos jugamos una lesion cuando no hacian falta en el campo.
    Un saludo desde castellon.

    ResponderEliminar

En contra de lo que ha sido norma durante más de un año de existencia del blog, a partir de ahora se moderarán los comentarios parte del autor. Siempre se respetará la libertad de expresión de todos los que se pasen por aquí, tengan los gustos deportivos, culturales o ideológicos que tengan pero siempre que se respeten escrupulosamente los de los demás y que los debates se mantengan con argumentos y no con alusiones personales.
Desde luego, cualquier sospecha de suplantación supondrá la no publicación del comentario.
Muchas gracias a todos por vuestra comprensión, especialmente a los que sois habituales.
Un saludo.